▶ Orad juntos dando gracias por vuestras experiencias y pidiendo a Dios que os ayude en las áreas que cada uno necesite.
▶ Orad juntos por poder aprender nuevos aspectos acerca de Dios, y porque vuestra relación con Dios sea más profunda y se fortalezca.
Mateo 14:3-13
3Porque Herodes había prendido a Juan, y le había encadenado y metido en la cárcel, por causa de Herodías, mujer de Felipe su hermano;
4porque Juan le decía: No te es lícito tenerla.
5Y Herodes quería matarle, pero temía al pueblo; porque tenían a Juan por profeta.
6Pero cuando se celebraba el cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías danzó en medio, y agradó a Herodes,
7por lo cual éste le prometió con juramento darle todo lo que pidiese.
8Ella, instruida primero por su madre, dijo: Dame aquí en un plato la cabeza de Juan el Bautista.
9Entonces el rey se entristeció; pero a causa del juramento, y de los que estaban con él a la mesa, mandó que se la diesen,
10y ordenó decapitar a Juan en la cárcel.
11Y fue traída su cabeza en un plato, y dada a la muchacha; y ella la presentó a su madre.
12Entonces llegaron sus discípulos, y tomaron el cuerpo y lo enterraron; y fueron y dieron las nuevas a Jesús.
13Oyéndolo Jesús, se apartó de allí en una barca a un lugar desierto y apartado; y cuando la gente lo oyó, le siguió a pie desde las ciudades.
Mateo 14:23
Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.
▶ Si has sido decepcionado por otras personas, perdónalas. ¡Solo el perdón nos libera de veras de las ataduras a otras personas que nos perjudican! Si sabes que deberías perdonar a alguien, sigue los pasos sugeridos en la unidad «Crecer a través del perdón» (individualmente).
▶ Orad en grupos de 2-3 personas: llevad vuestra desilusión a Dios (describiéndole vuestras emociones) y entregadle el derecho a entender totalmente el porqué de las situaciones. Entonces pedidle que os llene de nuevo de su amor y su paz.
▶ Orad los unos por los otros, para que podáis tener encuentros nuevos con el Padre Celestial (ver también el Comentario sobre la Escritura).
En la vida hay decepciones. Un primer amor roto, la nota de un trabajo de la universidad en que pusimos mucho esfuerzo. Cuando tenemos muchos encuentros con Dios de calidad y a nivel emocional, nos entusiasmamos. Cuando las cosas van un poco diferente de como esperábamos, parece que Dios no esté haciendo nada al respecto y/o no entendemos a Dios, y esto puede hacer disminuir nuestra confianza. Concretamente nuestra confianza en que es todopoderoso y bueno. Consecuentemente, comenzamos a desilusionarnos y a sentir decepción con Dios. Estar decepcionado con Dios no significa necesariamente que estemos pecando si aprendemos a caminar en sus caminos en estas situaciones, dejando a un lado nuestro estado emocional.
Lo primero que hizo Jesús después de esta situación decepcionante fue buscar a Dios deliberadamente (Mateo 14:13). Cuando no entendemos a Dios, nuestra reacción instintiva es alejarnos de Él, en lugar de buscarlo. Jesús era totalmente humano, también en esta situación. Por tanto, presumiblemente Él tampoco entendía del todo por qué había acabado de esa manera. Pero buscó a Dios deliberadamente. Cuando nos desilusionamos, lo que necesitamos antes de nada es un nuevo encuentro con nuestro Padre Celestial. En otra situación difícil, vemos que se rodeó de sus tres mejores amigos (Mateo 26:36-38). Si intentamos entender por qué Dios no ha hecho nada en una situación concreta, nuestro corazón sencillamente se verá confundido y descontento. Raramente Dios da una respuesta a «por qué». Pero cuando sometemos nuestra voluntad a la suya, sin tener en consideración lo que hayamos pasado, y nos aferramos a cómo es realmente nuestro Padre Celestial (como Jesús nos lo muestra) y le entregamos nuestro derecho a entender completamente la situación, la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, llegará a nuestros corazones (Filipenses 4:7).
![]() |
![]() |
![]() |