▶ Orad juntos dando gracias por vuestras experiencias y pidiendo a Dios que os ayude en las áreas que cada uno necesite.
▶ Orad juntos por poder aprender nuevos aspectos acerca de Dios, y porque vuestra relación con Dios sea más profunda y se fortalezca.
Proverbios 3:1-12
2Hijo mío, no te olvides de mi ley,
Y
tu corazón guarde mis mandamientos;
2Porque largura de días y años de vida
Y paz te
aumentarán.
3Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad;
Atalas
a tu cuello,
Escríbelas en la tabla de tu corazón;
4Y hallarás gracia y buena opinión
Ante los ojos de
Dios y de los hombres.
5Fíate de Jehová de todo tu corazón,
Y no te apoyes en
tu propia prudencia.
6Reconócelo en todos tus caminos,
Y él enderezará tus
veredas.
7No seas sabio en tu propia opinión;
Teme a Jehová, y
apártate del mal;
8Porque será medicina a tu cuerpo,
Y refrigerio para
tus huesos.
9Honra a Jehová con tus bienes,
Y con las primicias de
todos tus frutos;
10Y serán llenos tus graneros con abundancia,
Y tus
lagares rebosarán de mosto.
11No menosprecies, hijo mío, el castigo de Jehová,
Ni
te fatigues de su corrección;
12Porque Jehová al que ama castiga,
Como el padre al
hijo a quien quiere.
▶ Oración: dile a Dios que quieres confiar en Él con todo lo que te depare el futuro.
▶ Orad en grupos de En grupos de 2-3 personas orad por vuestros VIPs (ver unidad «El llamado») y por oportunidades en los próximos días de compartir una experiencia con Jesús con ellas. Orad por poder orar con ellas, para que puedan experimentar a Dios personalmente.
La confianza (versículos 5 y 6) hace que Dios se mueva; abre la puerta a que Dios nos salve, guíe y libre, preparando el terreno para nosotros. Cuando queremos confiar en Dios totalmente debemos rendir nuestras mentes y nuestras opiniones a Él. Esto se debe a que nuestra propia percepción es incapaz de concebir completamente los pensamientos y la voluntad de Dios y, por tanto, siempre socavarán nuestra confianza y dependencia absolutas en Dios. Incluso si no entendemos muchas de las cosas que ocurren en nuestras vidas, la clave es que primero tenemos que tomar la decisión de confiar en Dios, y entonces Él actuará en nuestra vida.
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