11.

BENDECIDOS A TRAVÉS DE LA GENEROSIDAD

FLASHBACK
  1. ¿Qué experiencias has tenido con Dios esta semana?
  2. ¿Podrías compartir una experiencia con Jesús (véase la introducción) con un amigo que aún no le conozca? ¿Has tenido la oportunidad de orar por alguien?
  3. ¿Necesitas la ayuda de Dios en alguna área de tu vida?

▶ Orad juntos dando gracias por vuestras experiencias y pidiendo a Dios que os ayude en las áreas que cada uno necesite.

▶ Orad juntos por poder aprender nuevos aspectos acerca de Dios, y porque vuestra relación con Dios sea más profunda y se fortalezca.

ESTUDIO BĺBLICO

Elijah was in great despair because he was on the run from King Ahab, who reigned northern Israel roughly from 871 – 852 BC. So God sent Elijah to a widow in Zarephath, in the region of modern day Lebanon.



  1. Individualmente: leed las escrituras en silencio. ¿Qué palabras o frases destacan más?
  2. Que alguien lea el pasaje en voz alta.

1 Reyes 17:8-16

8Vino luego a él palabra de Jehová, diciendo:

9Levántate, vete a Sarepta de Sidón, y mora allí; he aquí yo he dado orden allí a una mujer viuda que te sustente.

10Entonces él se levantó y se fue a Sarepta. Y cuando llegó a la puerta de la ciudad, he aquí una mujer viuda que estaba allí recogiendo leña; y él la llamó, y le dijo: Te ruego que me traigas un poco de agua en un vaso, para que beba.

11Y yendo ella para traérsela, él la volvió a llamar, y le dijo: Te ruego que me traigas también un bocado de pan en tu mano.

12Y ella respondió: Vive Jehová tu Dios, que no tengo pan cocido; solamente un puñado de harina tengo en la tinaja, y un poco de aceite en una vasija; y ahora recogía dos leños, para entrar y prepararlo para mí y para mi hijo, para que lo comamos, y nos dejemos morir.

13Elías le dijo: No tengas temor; ve, haz como has dicho; pero hazme a mí primero de ello una pequeña torta cocida debajo de la ceniza, y tráemela; y después harás para ti y para tu hijo.

14Porque Jehová Dios de Israel ha dicho así: La harina de la tinaja no escaseará, ni el aceite de la vasija disminuirá, hasta el día en que Jehová haga llover sobre la faz de la tierra.

15Entonces ella fue e hizo como le dijo Elías; y comió él, y ella, y su casa, muchos días.

16Y la harina de la tinaja no escaseó, ni el aceite de la vasija menguó, conforme a la palabra que Jehová había dicho por Elías.

Reina-Valera 1960 (RVR1960) Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.

Lee mas



  1. Individualmente:
  2. Aplicación:
  3. Compartid en el grupo.


PREGUNTAS ESPECÍFICAS Y PUNTOS DE ACCIÓN
  1. ¿Qué podemos aprender acerca del principio divino de dar? Leed también 2ª Corintios 9:6-8 y Lucas 6:38.
  2. ¿Tienes fe en que Dios es tu proveedor, y que no te faltará nada si confías en Él y actúas de acuerdo a su plan (Salmo 23:1)? ¿Dudas sobre esto en alguna manera, o notas que actúas más movido por el miedo en algunas áreas (como tus finanzas, trabajo, relaciones, etc.)? 

¿Qué principios sigues cuando se trata de dar? ¿Qué has aprendido hoy y qué desearías cambiar? Anota las 2-3 cosas más importantes y compártelas en tu grupo. 

¿Habéis planeado un evento evangelístico o un proyecto para estudiantes que requieran recursos financieros considerables? ¿Existen gastos recurrentes en el movimiento estudiantil del que formas parte (p. ej. alquiler de una oficina)? Pregúntale a Jesús tú mismo, en oración, cómo podrías contribuir a cubrir esas necesidades financieras (p. ej. donando tú mismo, pedir en tus redes, organizar una recaudación de fondos, etc.).

COMENTARIO SOBRE LA ESCRITURA

Mucha gente siente que nunca tiene suficiente. Pero cuando leemos acerca de la viuda, quien estaba en la fase de gastar lo último de sus recursos, quedándose sin nada qué comer, nuestro argumento de que primero necesitamos tener lo suficiente para nosotros mismos antes de comenzar a dar pierde toda validez.

En otro momento, Elías promete algo interesante a una mujer: si lo alimenta en ese momento, nunca más se le acabarán la harina ni el aceite. Pero para que la promesa se cumpliese, antes tenía que cocerle una pequeña torta.

Jesús nos desafía a un estilo de vida similar: «Dad, y os será dado» (Lucas 6:38). Esta afirmación, de entrada, parece inconsistente con los principios del mundo en que vivimos. Aquí se nos dice: si damos algo, tendremos menos.
Pero si estamos en comunión con Jesús, vivimos en nuevas dimensiones. Ya no nos pertenecemos a nosotros mismos, sino que estamos conectados al dador de toda dádiva buena; Él ama proveer por nosotros (Santiago 1:17; 2ª Corintios 9:8; Salmos 23:1).

La viuda experimentó la multiplicación milagrosa de su harina y su aceite, porque confió en las promesas de Elías e hizo como él le había dicho, a pesar de que probablemente no pareciese razonable, de entrada. De la misma manera, experimentaremos la provisión de Dios si estamos listos para darle a Dios aquello que Él nos desafíe a darle.