▶ Orad juntos dando gracias por vuestras experiencias y pidiendo a Dios que os ayude en las áreas que cada uno necesite.
▶ Orad juntos por poder aprender nuevos aspectos acerca de Dios, y porque vuestra relación con Dios sea más profunda y se fortalezca.
Juan 10:27-28
27Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,
28y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.
Hechos 9:10-19
10Había entonces en Damasco un discípulo llamado Ananías, a quien el Señor dijo en visión: Ananías. Y él respondió: Heme aquí, Señor.
11Y el Señor le dijo: Levántate, y ve a la calle que se llama Derecha, y busca en casa de Judas a uno llamado Saulo, de Tarso; porque he aquí, él ora,
12y ha visto en visión a un varón llamado Ananías, que entra y le pone las manos encima para que recobre la vista.
13Entonces Ananías respondió: Señor, he oído de muchos acerca de este hombre, cuántos males ha hecho a tus santos en Jerusalén;
14y aun aquí tiene autoridad de los principales sacerdotes para prender a todos los que invocan tu nombre.
15El Señor le dijo: Ve, porque instrumento escogido me es éste, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel;
16porque yo le mostraré cuánto le es necesario padecer por mi nombre.
17Fue entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo sobre él las manos, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo.
18Y al momento le cayeron de los ojos como escamas, y recibió al instante la vista; y levantándose, fue bautizado.
19Y habiendo tomado alimento, recobró fuerzas. Y estuvo Saulo por algunos días con los discípulos que estaban en Damasco.
Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.
▶ Puedes orar así: «Amado padre celestial, gracias por hablarme hoy a través de tu Espíritu Santo. Someto mi alma y, por tanto, mi voluntad, mis emociones y mi intelecto a tu autoridad. Quiero acercarme a ti y solo hacer lo que tú me digas. Haz que los ojos y los oídos de mi corazón sean sensibles a ti. Enséñame a discernir lo que tú dices de mis pensamientos, para que sea guiado por el Espíritu Santo y no por mis propios deseos o por mi entorno».
Principios básicos:
Jesús es nuestro modelo a seguir en todo. Solo lo hizo lo que vio el padre hacer (Juan 5:19). Estamos llamados a vivir de la misma manera. Por lo tanto es vital que aprendamos a escuchar y discernir la voz de Dios.
Historia personal:
Gladys Aylward (Londres, 24 de febrero de 1902) llegó en 1932 a Yangcheng, en la provincia china de Shanxi, para hablar de Jesús a sus gentes.
Durante la segunda guerra sino-japonesa recogió muchos huérfanos. En 1940 la situación se deterioró tras los bombardeos de Yangcheng por parte de la aviación japonesa. Preguntó a Dios qué podían hacer. «Esperaba en su habitación, medio derruida, con una fe profunda, a una orden de su Rey. Su alma buscaba y estaba atenta, al igual que Samuel cuando dijo: “Habla, que tu siervo escucha” (1ª Samuel 3:10). Y el Señor habló, y su alma recibió la fe en la orden: “¡Huye…!” No había rastro de duda. El Señor había hablado y, por tanto, ella tenía que marchar» (traducido de Gladys Aylward – Die Frau mit dem Buch, Mijnders-van Woerden, M.A., p. 182).
En ese momento huyó a pie, con casi cien niños, a través de las montañas de Xi’an. Durante el camino se encontraron constantemente con situaciones en que tuvieron que pedir a Dios por dirección y escucharle para saber qué debían hacer. Al hacer esto, experimentaron su guía y su protección.
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