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Los cuatro símbolos representan el mensaje central de la Biblia.
¡Dios te ama por completo! Su amor es infinito e incondicional. No hay nada que Dios quiera más que tú puedas experimentar su amor por ti y descubrir el propósito de tu vida en tu relación con él.
Dios es amor (1 Juan 4:16).
Me mostrarás el camino de la vida. Hay gran alegría en tu presencia; hay dicha eterna junto a ti (Salmos 16:11)
No podemos experimentar el amor de Dios cuando lo ignoramos. Buscamos propósito y realizarnos pero no con Dios. No hemos confiado en él y hemos ignorado sus reglas. La Biblia llama a esto pecado. El pecado destruye nuestras relaciones con los demás. El pecado nos separa de la vida que Dios ha planeado para nosotros.
por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios. (Romanos 3:23)
pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar su rostro de vosotros, para no oír. (Isaías 59:2)
>Nuestro pecado no hace que Dios deje de amarnos. Incluso vino a la tierra en forma humana como Jesucristo para morir por nosotros. En la cruz, Jesús llevó el castigo por nuestros pecados en sí mismo. Jesús murió - pero él volvió a la vida de nuevo. Él nos ha reconciliado con Dios. Por la fe podemos experimentar el amor de Dios y recibir la vida eterna.
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.(San Juan 3:16)
Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado por el Espíritu.(1 Pedro 3:18)
Dios ha hecho todo lo posible para mostrarnos lo mucho que nos ama. Él nos ofrece una vida plena y eterna en Cristo Jesús. Toda persona tiene el reto de tomar una decisión. Podemos pedirle a Dios que nos perdone por vivir a nuestra manera. Y podemos decidir vivir una vida con Dios al confiar en Jesús. ¿Cuál será tu decisión?
Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.(San Juan 1:12)
He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.(Apocalipsis 3:20)
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